Ha muerto Constantino Romero “La
Voz” (sí, como Sinatra) y, quien más quien menos le recuerda por sus doblajes en el cine, sus
personajes teatrales y los concursos televisivos. De entre ellos, “El tiempo es
oro”, el que más.
Entre 1987 y 1992 (JJOO de
Barcelona y Constantino “su voz”), “El tiempo es oro” demostró que la cultura
también puede ser entretenimiento ( y viceversa). Conducido por Constantino
Romero, el concurso (que alcanzó grandes audiencias sobre todo en los
primeros años, aún sin las cadenas
privadas) se dividía en tres grandes bloques: actualidad, tema específico y
búsqueda en la enciclopedia (con la ayuda de dos amigos, que también
colaboraban para que , mímica mediante, adivinara lugares, calles, plazas,
edificios, monumentos, de su ciudad de origen).
Si en su primer programa
alcanzaba el millón de pesetas (aún no había llegado el euro de nuestras
desdichas) como cantidad acumulada, repetía otra semana más, hasta un máximo de
tres. Las respuestas acertadas sumaban pesetas, a myor importe según aumentaba
la dificultad y era llegados al bloque del tema elegido por el concursante cuando
se producía el momento álgido.
En ese momento, heredero de “Un millón para el
mejor” de finales de los 60 (con Joaquín Prat al mando y concursantes como
Mercedes Carbó “la mamá del millón, el alcalde de Bélmez o Rosa Zumárraga
Zunzunegui, que se metían en los hogares
vía la televisión única y española y casi formaban parte de la familia), la
sucesión de preguntas sobre el tema elegido por el elegido (quien concursaba, o
sea) ponían a prueba su capacidad. De Historia medieval a deportes, de religión
a autores o escritores, pasando por ciclistas o pintores, el concursante
respondía con fechas, nombres, datos… y
Constantino ponía voz profunda , mirada pícara y mueca socarrona bajo el
bigote.

El tema elegido, en el que se
supone era especialista, llevaba un título rimbombante: “50 años de cine español.
De la Dictadura a la Democracia”. Pero claro, uno pensaba que, llegado el caso,
tendría un tiempo para profundizar. No fue así y, tras reclutar a sendos amigos
entre la incredulidad y la expectativa, al día siguiente estaba en los estudios
de San Cugat.
En ese tiempo, servidor lucia
frondosa , rizada y larga cabellera y barba (ver foto) y Constantino no.
Recuerdo que en la misma llamada
de TVE en que me comunicaron la buena nueva, quise cambiar el tema elegido por
alguno relacionado con la tauromaquia pero ya era demasiado tarde y, por eso,
Constantino Romero, al inicio del programa
(que se grabó de una tirada, para emitirse una semana después) me
preguntó (recuerdo casi textualmente): “Usted ha elegido cine, pero creo que su
mayor afición son los toros. ¿Quién es para usted el mejor torero actual?”.
Primera pregunta (fuera de
concurso) y respuesta rápida: Luis Francisco Esplá.
Después llegó el turno al
cuestionario de actualidad seguido de la primera de las dos pruebas de mímica
(adiviné ambas, con mis amigos esforzándose con gestos para describir la Casa
Batlló y la calle Dr. Roux, con momentos hilarantes que merecieron entrar en el
resumen de lo mejor del año) y, por fin la especialidad (sic) elegida. Pasada
la prueba (ej.: ¿Cual es el nombre de una ensalada que un famoso fotógrafo
cocinó para el cine?.resp.: “Ensalada Baudelaire”) con nota (y buen saldo)
quedaba por afrontar el desafio con la Enciclopedia, que aguardaba, decenas de
volúmenes sobre las estanterías, al fondo del plató.
La Enciclopedia, algo que hoy
suena arcaico, suplantada por el Google.
Después de una primera pista que
condujo a la respuesta acertada, la segunda ofrecía dos opciones posibles y
abría el camino a la tercera ( y al millón, y a repetir en el concurso).
Mientras mis amigos se decantaban por el tenor Julián Gayarre, yo lo
hacía por Miguel Fleta. Dije uno (no recuerdo cual) y era el otro. Se esfumó la
posibilidad millonaria y, con ella, el prometido viaje a Cuba con mi mujer.
Sí, yo estuve en “El Tiempo es
Oro” y allí conocí y escuché a “La Voz”, que siempre, siempre (las películas
ayudarán) permanecerá en mi memoria.
Una Voz que en la ceremonia de
clausura de los JJOO del 92 en mi ciudad, clamó, temerosa de una desgracia:
“Atletas bajen del escenario”.
Paco:
ResponderEliminarAcabo de descubrir la existencia de este blog, en el que padre e hija, al alimón, anunciais vuestro propósito de “compartir y disentir” opiniones sobre diversos temas, incluídos LOS TOROS.
El caso es que la idea me ha parecido muy simpática y que, en mi condición de aficionado en el exilio, me ha animado a lanzarme como espontáneo, aunque lamento que, a la vista de la única referencia taurina que aparece en “El tiempo es oro”, deba decir que DISIENTO de tu respuesta al recordado Constantino Romero, porque estoy convencido de que Luis Francisco Esplá ─diestro al que admiro por muchísimas razones─ no fue jamás “el mejor torero”,
Es mi opinión, claro. Pero creo que Esplá no era el mejor torero en 1987, ni lo fue antes, ni lo fue después. Quizá hubiera podido serlo si hubiera nacido un siglo antes. Y en cualquier época habría sido un extraordinario peón de brega, tan importante ─o más─ que el legendario Juan Molina.
Y quiero dejar constancia de que esta puntual diferencia de criterio no impide que normalmente COMPARTA plenamente tus opiniones, hasta el punto de que si abro regularmente el portal de Burladero es sólo por leer tus artículos, Y te confieso que en bastantes ocasiones he estado tentado de tratar de localizarte para darte mi más sincera enhorabuena. Al fín y al cabo, creo que eres de los pocos que. prescindiendo de los tópicos al uso, esgrimen razones de peso a la hora de defender la fiesta en Cataluña.
Sigue así.
Muchas gracias por leernos y más aún por el comentario. En cuanto a lo de Esplá, es evidente que el concepto de "mejor torero" no sólo es subjetivo si no injusto, siempre. En cualquier caso, considero que la aportación de Esplá a la tauromaquia es indiscutible.
EliminarUn saludo al alimón
Pues de acuerdo todos. Y como lo cortés no quita lo valiente, no me importa reconocer que yo también "considero que la aportación de Esplá a la tauromaquia es indiscutible".
ResponderEliminar¡Y más en los tiempos que corren!
Hasta la próxima / Juan Antonio Polo